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Este libro es una invitación a pensar de manera radical situaciones sociales que naturalizamos o normalizamos sin problematizarlas. Está integrado por ensayos incómodos, escritos durante la crisis epidemiológica conocida como la pandemia de Covid-19, para reflexionar sobre la incomodidad personal y colectiva con las causas y consecuencias de los problemas que enfrenta la humanidad. Por ello se exploran algunas claves de análisis de la política y la cultura contemporáneas para garantizar la existencia, superar las ausencias y extender las presencias más allá de las fronteras de la vida y la muerte y los debates sobre riesgos, peligros, seguridad, soberanía, sistemas de salud, Estado y ciudadanía. En este sentido, son textos de crítica cultural que se hacen cargo del cuestionamiento del poder, las ideologías dominantes y las configuraciones socioculturales asumiendo algunas limitaciones y contradicciones personales y sociales con sinceridad, modestia y humildad. Tienen la sensibilidad de pensar desde el dolor ajeno, desde la muerte social y cultural implícitas en el aislamiento individualista y el vaciamiento de horizontes simbólicos configuradores de espacios de vida colectivos y, desde la historia de la racialización de las relaciones sociales advirtiendo sus sesgos colonialistas e imperialistas. Se debate sobre narrativas mediáticas moduladoras de formas de representación colectiva de los dramas y traumas sociales y de las construcciones socioidentitarias en medio de batallas culturales y políticas al hablar, en concreto, de biopolítica digital, mediaciones, disensos y controversias estratégicas y relatos radiales. Se vincula el análisis cultural con el antirracismo militante al desenterrar breves historias subalternas de vidas marcadas por desigualdades estructurales, el racismo sistémico, la discriminación, la exclusión, opresiones múltiples y violencias de todo tipo. Pensar raizal comparte el mismo camino de aprendizajes que Pensar herético al buscar una vindicación del acto de pensar con libertad, franqueza y sentido de la justicia, y del pensamiento crítico y autocrítico sobre lo mucho que debe ser pensado. También, al asumir el llamamiento de unas ciencias públicas, responsables socialmente y comprometidas con proyectos de vida donde se habite el mundo restaurando los vínculos entre los seres humanos y con la naturaleza.

El texto está estructurado por tres partes: Muerte cultural, Narrativas mediáticas y Lágrimas negras. Consta con breves palabras introductorias o prólogo de Jan Rus.