Redacción: Gabriela Fenner Sánchez
Celebrada el 26 de noviembre en el marco de las conversaciones virtuales sobre la pandemia de covid19 en el sur de México, Centroamérica y el Caribe, esta mesa, organizada por el LACEM tuvo el objetivo de compartir, intercambiar y reflexionar respecto a las diferentes experiencias de creación cartográfica referentes a la epidemia causada por el virus SarsCov2 en nuestro país.
Formaron parte de ella: Manuel Suárez (IGG-UNAM), Pablo López (CentroGeo), Antonio Navarrete (CIGA-UNAM), Israel Baxin (Colectivo Geoviral) y Omar Peña (Colectivo Geoviral).
En el caso de estos últimos, se se trata de un colectivo surgido precisamente en este contexto de pandemia con el ánimo de proporcionar a la ciudadanía información pertinente que no mostrara únicamente las cifras de contagio, sino también otros fenómenos concomitantes a la epidemia. Así, presentaron una serie de mapas que han sido compartidos por medio de redes sociales, tales como el comparativo de contagios y población indígena, los reportes de agresiones contra personal de salud, el fenómeno de la población mexicana varada en el extranjero y posteriormente retornada por intermediación gubernamental, entre muchos otros.
Por su parte, Suárez presentó los índices de vulnerabilidad ante Covid19 creados por el Instituto de Geografía de la UNAM, tanto a nivel nacional como para las 59 zonas metropolitanas existentes en el país. El índice, explicó, toma en cuenta condiciones de salud, factores demográficos y socioeconómicos. Por medio del geoportal se puede acceder a todas las variables por separado, además de los índices, los cuales son desplegados en mapas y pueden ser descargados en diferentes formatos. El Instituto trabaja, además, con la Secretaría de Salud y el instituto iStar, en un Sistema de Información Geográfica que da seguimiento al nivel de ocupación de los hospitales Covid, por medio de un semáforo, buscando con ello otorgar a la ciudadanía información útil para su toma de decisiones. Por su parte, Navarrete expuso la plataforma construida por el CIGA-UNAM en la que además del seguimiento a la distribución espacial de los casos positivos, los fallecimientos, entre otros, a nivel estatal y municipal, se ha trabajado en mapas municipales que muestran la dinámica de los diferentes indicadores gracias al comparativo temporal de los datos. En cuanto al proceso de creación fue interesante lo que el investigador compartió respecto, por un lado, a que gracias al lenguaje de programación R han logrado automatizar gran parte del proceso, lo que resulta práctico y eficaz, dada la gran cantidad y variabilidad de las bases de datos; por otro, a que, como un ejemplo del esfuerzo por generar información fácilmente comprensible, los resultados consultados en los mapas se presentan a manera de prosa y no como una tabla. Finalmente, López hizo un recorrido por el SIG que se encuentra en el visualizador de datos Covid19 del gobierno federal, y que ha sido desarrollado entre el Centro Geo y el grupo de trabajo de CONACYT conformado para ello. La información tanto de contagios, defunciones, recuperaciones, infraestructura de salud, entre otras se encuentra disponible a nivel nacional, estatal o municipal, y puede ser consultada ya sea por medio de los mapas o bien en formato de tablas y gráficas utilizando herramientas interactivas.
Todos los productos y creaciones presentadas demostraron así su complementariedad, además de lo oportuna que ha resultado su información, puesto que ha sido utilizada no solamente por el gobierno federal, sino también por los estatales y municipales, así como por personas en lo particular, según contaron los invitados. Para ello, ha sido clave: a) la enorme cantidad de datos disponibles de manera gratuita en México, y b) El contar con importantes equipos de profesionales en los diferentes institutos de investigación; mismos que, en un proceso de aprendizaje mutuo y continuo, han puesto al servicio de estas cartografías sus conocimientos en diseño, programación, ciencias de la información geoespacial, modelaje matemático, geografía, cartografía, entre muchos otros; además de entrar en diálogo con el público usuario, que ofrece su valiosa retroalimentación.
Así, vimos cómo la pandemia evidenció la importancia de la cartografía y con ello la responsabilidad ética de quienes la generan; y a la vez, los mapas han ayudado a visibilizar que la pandemia es una problemática no solamente sanitaria, sino que dada la confluencia de factores que coinciden y se interrelacionan en el territorio, ésta es un fenómeno mucho más complejo y que requiere del diálogo y la cooperación interdisciplinaria e intersectorial, tanto para comprenderla, como para hacerle frente.
